7 de octubre de 2013

Ingiere 3500 kilocalorías al día para no morir


Gemma Long, una mujer inglesa, se sometió a una operación de baipás gástrico (una modalidad de reducción de estómago) para adelgazar, ya que alcanzó los 120 kilos tras dar a luz a su hijo. Pero ahora,tras perder 70 kilos, su vida se ha convertido en un infierno.



Su peso actual es de 50 kg. El cambio radical la ha dejado tan débil que ahora se ve obligada a ingerir 3.500 calorías diarias para no correr peligro de muerte. “Pensé que la operación sería la respuesta a todos mis problemas”, explica al diario inglés The Sun, “pero no pensé que me cambiaría de esta manera. Si dejo de comer altas cantidades de calorías y alimentos grasientos mi peso se desploma. A pesar de que pueda sonar bien, la enorme cantidad de comida me hace sentir mal, me siento constantemente enferma y agotada”.
Además de las grandes cantidades de comida que debe tomar al día, Gemma se ve obligada a ingerir 10 pastillas de vitaminas al día. “Me siento destruida todo el tiempo y ni siquiera puedo ir a por mis hijos al colegio, por ellos me operé y ahora no tengo energías para cuidar de ellos.” Concluye.